EL SALON MICHELENA 2008
Lucia Margarita * Técnica: Fotografía Digital
FERNANDO FACCHIN B.El Carabobeño Viernes 1° de Febrero de 2008 La confrontación artística más importante del país es el Salón Arturo Michelena, hoy caído en desgracia, a mi entender, por falta de gerencia en el Ateneo y por la arbitrariedad oficial. La sociedad carabobeña y los artistas con dignidad no pueden tolerar semejante despropósito, no debemos aceptar el "Maniqueísmo Totalitario" que pretende imponer la gobernación al Salón, no podemos seguir dividiendo a la sociedad en buenos y malos, es necesario salir de ese esquema y para ello es imprescindible que los artistas con dignidad y la sociedad no concurran a la confrontación propuesta por la Gobernación, es una forma de enfrentar la pérdida de nuestra identidad cultural. Por otra parte considero procedente un cambio estructural, de manera radical, en la Gerencia del Ateneo.El Decreto del Gobernador constituye, desde todo punto de vista, una sustracción repudiable del Salón a su legítima institución, el Ateneo de Valencia, es la manifestación más clara del desprecio a la historia cultural y a la sociedad carabobeña por parte del oscurantismo militarista y arbitrario, acción mediocre y perversa que empobrece la acción gubernamental en detrimento de la sociedad, expandiendo la miseria intelectual, pisoteando los valores histórico-culturales de nuestra región, por ello urge emprender acciones decisivas para devolverle el Salón Michelena a su legítimo dueño, el pueblo de Carabobo, bajo la administración del Ateneo de Valencia, salón que le pertenece desde hace más de 50 años y le ha sido arrebatado arbitrariamente por los peones de los carteles de la destrucción socio-cultural del Estado, por un gobernando plegado a la impronta de la fatuidad, que se ha propuesto, en sus últimos días de indigno gobernante, sepultar una obra de la importancia del Salón Michelena, el estulto argumento esgrimido por los voceros oficialistas devela la pobreza intelectual, espiritual y ciudadana de los depredadores de la cultura.Los ciudadanos, los creadores y artistas en general hemos sido víctimas de un manoseo político infame frente a una actitud permisiva de los dirigentes y actores de la sociedad y la cultura regional, quienes no hemos podido detener el vulgar atropello contra el pueblo. El alevoso decreto, tendencioso y malicioso por demás, causa daños morales y patrimoniales a nuestro estado, el Salón Michelena es parte no sólo referencial de nuestra ciudad, sino que pertenece al patrimonio cultural del país, razón por la cual las instituciones serias y dignas y la ciudadanía en pleno debemos desarrollar una constante labor de esclarecimiento y denuncia para preservar nuestros valores en permanente e infame atropello, opresión y despojo, para ello es necesario tener conciencia que el instrumento para alcanzar estos objetivos es la defensa consecuente del derecho a la libertad de expresión y a la creatividad. Conscientes de la grave situación que no ocupa, por las actitudes denigrantes y abusivas de la gobernación, debemos hacer un llamado a la sociedad venezolana en pleno para sentar un precedente por la lucha y dignidad de nuestros creadores del arte y la cultura ante una violación institucional y transculturación regresiva, que no admite diálogo ni flexibilidad alguna, que es la eliminación de nuestros valores espirituales, humanos, filosóficos, ideológicos y políticos. El diálogo, la negociación y la coexistencia pacífica no son compatibles con la arbitrariedad militarista que considera el predominio arbitrario por encima de la razón en una relación asimétrica, por medio de la cual el poder se impone y superpone a la institucionalidad sometida a su arbitrio sin su consentimiento. La razón de los valores es diametralmente opuesta a la sinrazón de la arbitrariedad, son dos estructuras diametralmente opuestas y excluyentes entre si.Jamás pensé posible de creer que cualquier persona, paracaidista en el Estado, podría tener la impudicia de torcer la idiosincrasia carabobeña tan infamemente. Cuando se carece de entidad intelectual y estar engullidos por el caudillaje, se nos presentan las formas propias de la inquisición y de la Edad Media, representadas en la clara manifestación del caudillaje fascista. Debemos luchar sin descanso por nuestra identidad cultural cuyo valuarte principal es el Salón Michelena. ffacchinb@gmail.com
FERNANDO FACCHIN B.El Carabobeño Viernes 1° de Febrero de 2008 La confrontación artística más importante del país es el Salón Arturo Michelena, hoy caído en desgracia, a mi entender, por falta de gerencia en el Ateneo y por la arbitrariedad oficial. La sociedad carabobeña y los artistas con dignidad no pueden tolerar semejante despropósito, no debemos aceptar el "Maniqueísmo Totalitario" que pretende imponer la gobernación al Salón, no podemos seguir dividiendo a la sociedad en buenos y malos, es necesario salir de ese esquema y para ello es imprescindible que los artistas con dignidad y la sociedad no concurran a la confrontación propuesta por la Gobernación, es una forma de enfrentar la pérdida de nuestra identidad cultural. Por otra parte considero procedente un cambio estructural, de manera radical, en la Gerencia del Ateneo.El Decreto del Gobernador constituye, desde todo punto de vista, una sustracción repudiable del Salón a su legítima institución, el Ateneo de Valencia, es la manifestación más clara del desprecio a la historia cultural y a la sociedad carabobeña por parte del oscurantismo militarista y arbitrario, acción mediocre y perversa que empobrece la acción gubernamental en detrimento de la sociedad, expandiendo la miseria intelectual, pisoteando los valores histórico-culturales de nuestra región, por ello urge emprender acciones decisivas para devolverle el Salón Michelena a su legítimo dueño, el pueblo de Carabobo, bajo la administración del Ateneo de Valencia, salón que le pertenece desde hace más de 50 años y le ha sido arrebatado arbitrariamente por los peones de los carteles de la destrucción socio-cultural del Estado, por un gobernando plegado a la impronta de la fatuidad, que se ha propuesto, en sus últimos días de indigno gobernante, sepultar una obra de la importancia del Salón Michelena, el estulto argumento esgrimido por los voceros oficialistas devela la pobreza intelectual, espiritual y ciudadana de los depredadores de la cultura.Los ciudadanos, los creadores y artistas en general hemos sido víctimas de un manoseo político infame frente a una actitud permisiva de los dirigentes y actores de la sociedad y la cultura regional, quienes no hemos podido detener el vulgar atropello contra el pueblo. El alevoso decreto, tendencioso y malicioso por demás, causa daños morales y patrimoniales a nuestro estado, el Salón Michelena es parte no sólo referencial de nuestra ciudad, sino que pertenece al patrimonio cultural del país, razón por la cual las instituciones serias y dignas y la ciudadanía en pleno debemos desarrollar una constante labor de esclarecimiento y denuncia para preservar nuestros valores en permanente e infame atropello, opresión y despojo, para ello es necesario tener conciencia que el instrumento para alcanzar estos objetivos es la defensa consecuente del derecho a la libertad de expresión y a la creatividad. Conscientes de la grave situación que no ocupa, por las actitudes denigrantes y abusivas de la gobernación, debemos hacer un llamado a la sociedad venezolana en pleno para sentar un precedente por la lucha y dignidad de nuestros creadores del arte y la cultura ante una violación institucional y transculturación regresiva, que no admite diálogo ni flexibilidad alguna, que es la eliminación de nuestros valores espirituales, humanos, filosóficos, ideológicos y políticos. El diálogo, la negociación y la coexistencia pacífica no son compatibles con la arbitrariedad militarista que considera el predominio arbitrario por encima de la razón en una relación asimétrica, por medio de la cual el poder se impone y superpone a la institucionalidad sometida a su arbitrio sin su consentimiento. La razón de los valores es diametralmente opuesta a la sinrazón de la arbitrariedad, son dos estructuras diametralmente opuestas y excluyentes entre si.Jamás pensé posible de creer que cualquier persona, paracaidista en el Estado, podría tener la impudicia de torcer la idiosincrasia carabobeña tan infamemente. Cuando se carece de entidad intelectual y estar engullidos por el caudillaje, se nos presentan las formas propias de la inquisición y de la Edad Media, representadas en la clara manifestación del caudillaje fascista. Debemos luchar sin descanso por nuestra identidad cultural cuyo valuarte principal es el Salón Michelena. ffacchinb@gmail.com
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